Golazo de Romay para cerrar la cancha
San Lorenzo, que había conseguido reducir al mínimo la diferencia tras constante bregar en el sector de los locales, redobló sus esfuerzos para alcanzar la igualdad. Sobraba media cancha. Y faltaban piernas a los locales para alejar el peligro. Solo Romay aguardaba en el centro, flanqueado por Zubieta y Basso.
Fue entonces cuando Francini, junto a su propio sector de peligro, alejó hacia el medio, y cuando De la Mata tiró hacia adelante sin imaginarse posiblemente que de su rapidez habría de derivarse la jugada más espectacular y lucida de la jornada. Recibió Romay y se largó a correr acompañado por Basso. Díficil llegar a destino. Fue entonces cuando el centrodelantero, con rara habilidad, concibió y realizó una jugada con mucho de juego malabar. Deteniendo la pelota en el aire se paró bruscamente descolocando al zaguero. Lo esperó después para volver a burlarlo y sin que el esférico tocara tierra lo cambió de pie y lo hizo pasar sobre Sánchez obteniendo el tanto más bonito de los cuatro logrados.
Magnífica jugada. Más aun teniendo en cuenta que había sido realizada en las propias narices de un hombre de los recursos del zaguero.
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