A los 19 minutos del segundo tiempo Sastre comete una fuerte falta sobre Herrera, este cae pero el juez solo apercibe al half de Independiente. Herrera toma la pelota con ambas manos y le pega un cabezazo a Sastre. Los jugadores se enfrentan y sus compañeros, entrenadores y masajistas los rodean. Hay empujones, amenazas y algunos tratan de separar. El árbitro termina expulsando a Sastre, Herrera y Rico.
El partido se reanuda 4 minutos después de la trifulca. Al minuto el árbitro se retira del campo de juego al observar que en la tribuna local los ánimos estaban exacerbados.
El árbitro previsor, casi visionario, se fue de la cancha junto con los jueces de raya. A toda carrera se introdujeron en el túnel. Justo cuando de la tribuna local, arrasando vallas, saltaban espectadores con intenciones bien definidas. Enfrente temblaba el alambrado Hasta ceder y dar paso a la avalancha adicta al visitante. Los jugadores corrían peligro y había que defenderlos. En esta tarea estaban empeñados los futbolistas perdedores. Haciendo un círculo en torno a ellos evitaron en parte las agresiones que llegaban de todos lados.
No obstante se vio caer a Cervino víctima de un brutal puntapié. También De la Mata, Gil y otros fueron lesionados. Había trompadas y puntapiés por doquier. También en las tribunas y en todas partes. La policía escasa y ayudada por conscriptos se veía en apuros para poner un poco de orden. Se libraban verdaderas batallas. Con palos, piedras, banderines arrancados y usados como armas improvisadas. Todo el mundo vociferaba, buscaba y encontraba pelea. Hasta que por fin llegaron refuerzos. Se hizo presente la policía montada y cargando contra los revoltosos los fue dispersando.
Los 25 minutos restantes se jugaron el 9 de octubre en cancha de Boca. Independiente jugó con 10 hombres -no estuvo presente Osvaldo Bianco- por la expulsión sufrida anteriormente y Tigre hizo lo propio alineando a 9 jugadores. Arcos ingresó en lugar de Rico y Gallina por Rubio.
El resultado iba a finalizar 4-2 a favor de los Rojos. Cervino marcó a los 8 minutos de la primera etapa y Baum a los 12 del segundo tiempo.
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